En Jaque Legal podemos ayudarte a resolver los problemas que acarrean las famosas tarjetas revolving, un producto que trae más desventajas que beneficios a largo plazo. Hoy queremos contarte que, recientemente, el Tribunal Supremo ha dictado dos sentencias por las cuales es posible determinar cuándo una tarjeta revolving es abusiva.
Criterios para determinar cuándo una tarjeta revolving es abusiva
Las tarjetas revolving son un producto financiero bastante popular que, aunque a simple vista parece que tiene muchos beneficios, la realidad es que traen cláusulas que podrían ser abusivas. ¿Cuándo una tarjeta revolving es abusiva? Afortunadamente, el Tribunal Supremo se ha pronunciado y ha dictado dos sentencias que determinan que este tipo de productos carecen de transparencia e incluyen cláusulas abusivas.
Concretamente, se trata de las sentencias 154/2025 y 155/2025 de la Sala de lo Civil del Alto Tribunal, dictadas el pasado 30 de enero. En estas sentencias se fijan los criterios por los que una tarjeta revolving es abusiva, pero también se explican los requisitos que deben cumplir los bancos cuando ofrecen estas tarjetas de pago aplazado a los clientes. Básicamente, porque se trata de una modalidad de contrato en la que se pagan los intereses de forma muy lenta, alargando con ello la vida del crédito de forma indefinida.

¿Qué es el crédito revolving?
En las sentencias antes mencionadas, el Supremo también recuerda que el crédito revolving es un tipo de producto al consumo con interés. Es una modalidad en la que los clientes pueden disponer del importe del préstamo, sin tener que pagar la totalidad de este en un plazo determinado. El crédito se va reembolsando de manera aplazada, siempre y cuando el cliente pague las cuotas periódicas.
Las cuotas de este crédito pueden ser un porcentaje o una cantidad fija, pero tiene el atractivo para los clientes, de que este importe suele ser muy bajo. Además, conforme el cliente paga, el crédito se va renovando, por lo que la permanencia se alarga de forma indefinida, a la par que aumentan los intereses. En paralelo, al hacer los pagos, se amortiza poco capital, cosa que también prolonga la vida del crédito.
La tarjeta revolving es abusiva, según el Tribunal Supremo
Una tarjeta revolving es abusiva, entre otras cosas y según el Tribunal Supremo, por las comisiones. En uno de los casos analizados por la autoridad, la entidad financiera imponía cuotas mensuales desde los 15 euros al mes, por disposiciones en efectivo de hasta 250 euros; importe que se elevaba a 38 euros por retiros de entre 500 y 1.000 euros y hasta un 3,8% en caso de que la cantidad retirada fuera de entre 2.000 y 3.000 euros.
Además, en el contrato se fijaban una serie de comisiones por disposiciones en efectivo, a través de la tarjeta; por cancelación anticipada e, incluso, indemnizaciones en caso de impago. Por otra parte, como el crédito se renueva de manera automática al hacerse los pagos, cada mes, se va abriendo una nueva línea de préstamo permanente. Esto hace que muchas personas terminen por encadenarse a una deuda que no tiene fin y que, por lo tanto, no se termina de pagar nunca.
La obligación del banco de informar al cliente
Además de determinar que la tarjeta revolving es abusiva por los intereses que acarrea, el Supremo ha establecido que es obligatorio que el consumidor disponga de toda la información necesaria. Es decir, debe conocer, antes de la firma del contrato, la información relativa a las condiciones de lo que firma, así podrá comprender los compromisos del crédito y los riesgos que supone.
En este sentido, la entidad debe explicar al cliente que el crédito se renueva y prorroga de manera automática. También debe especificar que la amortización del capital es escasa, si se compara con el pago de intereses, según las sentencias del Tribunal Supremo. En estas sentencias se insta a que el consumidor pueda comparar este tipo de créditos con otras ofertas disponibles. Así, las personas podrán comprender el producto que se le está ofreciendo y ser conscientes de los riesgos que acarrea a largo plazo.

En este sentido, una tarjeta revolving es abusiva porque el crédito es prorrogable automáticamente o indefinido; presenta elevados tipos de interés, una escasa amortización de capital (cuando las cuotas son bajas), recomposición constante del crédito y anatocismo. El anatocismo es acumular al capital del crédito, los intereses vencidos y no pagados, para que, a su vez, estos generen nuevos intereses.
La falta de transparencia de las tarjetas revolving
Por último, en el caso de las tarjetas revolving, las cláusulas relativas al TAE, al sistema de amortización del crédito y el anatocismo, así como la cuota tan baja, produce un grave desequilibrio para los consumidores. En este sentido, las sentencias del Tribunal Supremo determinan que, si el consumidor desconoce los riesgos de este sistema y no compara todas las ofertas y productos disponibles, mejores que la tarjeta revolving, puede convertirse en un deudor cautivo.